JUICIO DE SIETE ACUSADOS POR COCAÍNA

A juicio siete acusados que traían cocaína de Bolivia.
La Fiscalía pide entre cuatro y cinco años de prisión para los enjuiciados, dos de los cuales estaban en prisión ya en el momento de la operación policial.


El próximo mes de septiembre arrancará en la Audiencia de Ciudad Real con un juicio que sentará en el banquillo de los acusados a siete personas para los que la Fiscalía pide penas de entre cuatro y cinco años de prisión por un delito de tráfico de drogas, por el que se reclama también una multa que en su conjunto ronda los 750.000 euros. En concreto, los acusados, según el escrito de acusación, se encargaban de traer y distribuir «importantes cantidades de cocaína» desde distintos países, principalmente desde Bolivia, hasta la provincia de Ciudad Real, en concreto, a Calzada de Calatrava, donde se desencadenó la operación policial que dio como resultado la detención de los ahora enjuiciados.  

Los hechos se remontan a hace más de una década, a 2007. Los acusados se repartían entonces la tarea de introducir y distribuir la droga sirviéndose de correos humanos, tal y como aprecia la acusación.

«Todos los acusados percibieron el importante beneficio económico obtenido de la actividad ilícita, cada cual en la medida de su aportación, conforme a reglas de reparto, sabedores todos del perjuicio irreparable que el consumo de la perniciosa mercancía reportaría al número incontable de destinatarios finales», asegura la Fiscalía, que sitúa a dos de los acusados, C. A. M. C.y a M. P. P., alias ‘El Pollo’, como encargados de hacer llegar la cocaína a España. Los dos utilizaban un teléfono móvil para esa tarea pese a que en el momento estaban ingresados en la prisión de Acebuche, en Almería, «lo que no fue impedimento para desarrollar la actividad ilícita que se les imputa», entiende la Fiscalía.

El primero era el encargado de proporcionar y vender la droga y el segundo se hacía cargo de que la droga llegara a Almería. Para ambas tareas contaban con dos acusados, uno de ellos, A. B. S.,  al que se le ordenaría el cometido de viajar a Calzada de Calatrava a buscar la cocaína que tenía otro acusado, F. J. R. A., para llevarla a Almería una vez que la tuviera en su poder. Desde ese pueblo de la provincia llevaría a cabo los contactos telefónicos para los transportes, almacenajes y distribución de la sustancia estupefaciente, indica la Fiscalía, algo que hacía «en permanente contacto» con uno de los presos.

viaje desde bolivia. Como prueba de esa actividad, según la Fiscalía, es la llamada que A. B. S. recibió desde Bolivia y que fue interceptada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la que se le da detalles del viaje de una mujer que actuaría como correo humano y a la que fue a recoger en el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez hasta trasladarla a Calzada, donde terminaría de organizar el viaje a Almería de la droga, unos 650 gramos, a cambio de 11.000 euros.

Justo en el momento en el que se iba a producir el intercambio se realizó la intervención de los agentes policiales, deteniéndose a tres acusados que iban a realizar la operación, tras lo que se realizaron varios registros domiciliarios que sirvieron para incautar varias agendas telefónicas, libretas con anotaciones así como 3.000 euros y una balanza digital, entre otros utensilios.

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